Ejemplar de lobo ibérico junto a la señal que delimita un coto de caza del sur de Pontevedra:
Tomé esta fotografía a principios de agosto del 2014. Era un joven ejemplar que formaba parte de un estable grupo de cinco miembros. Fue un buen año para ellos en el que, como el año anterior llegaron a criar con éxito.
Sin embargo, la suerte del lobo puede cambiar de un momento a otro. En febrero del 2015, una vez finalizada la temporada de caza y las "supuestas" batidas al jabalí, después de esperas infructuosas en la zona, solamente pude localizar a dos lobos en el interior de un bosque de pinos. Unas semanas después ese mismo bosque fue completamente talado. Días más tarde las malas noticias continuaban: a escasos 20 metros cruzó frente a mi un lobo con evidentes signos de sarna, su aspecto era lamentable. Pasados unos días encontré otro ejemplar muerto, aparentemente por atropello. En los meses siguientes fueron varias las salidas que hice a la zona intentando saber más de ellos. Todo sin suerte, sin avistamiento de ejemplares, sin marcajes territoriales en la época reproductora, solamente alguna que otra huella de uno o dos ejemplares en zonas de paso. El resultado es que la manada desapareció.
Desgraciadamente, algo parecido está ocurriendo a otros lobos, en otros lugares, donde los grupos acaban siendo diezmados o aniquilados. Esa es la historia que no nos cuentan, las de los lobos y manadas completas que desaparecen de nuestros montes.
Joder, Segun. Una tragedia lo que cuentas. Horrible, la verdad.
ResponderEliminarAbrazos solidarios de Dave & Sam
Gracias Dave & Sam. Desgraciadamente es una realidad que está ocurriendo en nuestros montes.
ResponderEliminarUn abrazo.