lunes, 30 de septiembre de 2013

Sabinares de Castilla

 
 Al este de la vieja Castilla, entre las provincias de Burgos y Soria, se abre un territorio que separa las estribaciones del Sistema Ibérico con la meseta castellana del Duero.
Aquí una especie arbórea de gran valor ecológico domina los más ásperos suelos. Es la sabina albar (Juniperus thurifera), auténtica reliquia vegetal que en estas sierras forma extensos y prósperos bosques, que es capaz de soportar tanto los duros y secos veranos como los fríos y helados inviernos de esta región.






 
Junto a la sabina, el pino negral (Pinus nigra), también abunda en estos terrenos, llegando a formar frondosos bosques mixtos acompañados de matorral
 
 
y en los valles, más próximos a los pueblos, el arbolado se alterna con las zonas de cultivo.
 
 
Aparte de estos valiosos bosques, lo más espectacular del territorio son los cañones fluviales,  generados a lo largo de miles de años debido a la erosión del agua y a la disolución de la misma en la roca caliza, creando profundos tajos fluviales y numerosas oquedades y grutas.
 
 
Cañón y valle del Arlanza (Burgos):


 
 
 
Cañón del río Lobos (Soria):
 
 

 
 
 
 
 
También merece la pena visitar los pueblos de estas serranías castellanas, cargados de encanto y de un rico patrimonio histórico: Covarrubias, Hortigüela, Cascajares, Santo Domingo de Silos, Ucero, Calatañazor, San Leonardo de Yagüe, etc.
 


 
 
 
 
 
Incluso alguno de estos tranquilos y bellos parajes llegó a ser protagonista en algún memorable western, quedando en el lugar este recuerdo:
 
 
 
 
Y como no, si los pueblos, el paisanaje y el paisaje son extraordinarios, tampoco desmerece nada la gran riqueza faunística de la zona:
 
El mítico lobo ibérico aún deambula sigiloso por estas sierras, como queriendo pasar desapercibido, enriqueciendo aún más si cabe con su presencia esta región.
 
Lobo ibérico (Canis lupus signatus).
 
 
Otros pequeños depredadores también comparten este territorio: zorros, garduñas, ginetas...
 
Zorro (Vulpes vulpes)
 
Gineta (Genetta genetta)
 
 
El corzo, con buenas y estables poblaciones, aprovecha los atardeceres para salir a los claros y zonas de cultivo donde alimentarse.
 
Corzo (Capreolus capreolus)
 
  
 
Y la ardilla, que en estos bosques mixtos encuentra un hábitat ideal para vivir.
 
Ardilla roja (Sciurus vulgaris)
 
 
En los ríos y cauces fluviales de la zona, aprovechando la abundancia de truchas y cangrejos, la nutria también tiene aquí su territorio, pudiéndonos deleitar con sus zambullidas.
 
Nutria (Lutra lutra)
 
 
Multitud de insectos, que en su mayoría pasan ajenos a nuestra vista, están en la base de la cadena alimenticia, y alguno de ellos realizando la importante función de polinizar. Quizás los más llamativos por sus bellos coloridos sean las mariposas y los caballitos del diablo.
 
 
 
 
 
 
 
De todos los grupos faunísticos, posiblemente el de las aves sea el más representativo.
 
Las rapaces aprovechan los farallones y oquedades de las paredes rocosas como lugar de refugio y cría. Éstas aves, sean diurnas o nocturnas, sobrevuelan y tienen en estas sierras un importante bastión en la península ibérica, tanto en número de ejemplares como en diversidad de especies: águila real, águila perdicera, culebrera, halcón peregrino, búho real, búho chico, cárabo, alimoche, etc., auténticas joyas del patrimonio natural de la iberia como son las rapaces.
El más llamativo por el gran número de efectivos en la zona es sin lugar a dudas el buitre leonado, con importantes colonias en estas tierras castellanas.
 






Buitre leonado (Gyps fulvus)
 
 
También los córvidos tienen aquí una buena representación, como no podía ser menos allá donde hay  grandes carroñeros. Estas inteligentes aves, auténticas oportunistas, se valen de su aguda vista para localizar cadáveres, que luego los poderosos buitres leonados serán los encargados de abrir y desgarrar, algo que no serían capaces de hacer los córvidos, pues romper las duras pieles y tendones es algo inaccesible para ellos.
 
Rabilargo (Cyanopica cyana)
 
Urraca (Pica pica)
 
 
Y también, para alegrar el fondo de los valles con sus trinos, al cobijo de la arboleda o junto algún pequeño seto, multitud de pajarillos pululan de un lado a otro en busca de alguna semilla o rechoncha oruga que llevarse al pico.
 
                                                       Verderón común (Carduelis chloris)
 
 
 
        Petirrojo (Erithacus rubecula)
 
 
                                                      Carbonero común (Parus major)





Esto sólo ha sido un pequeño recorrido por este valioso ecosistema, conociendo una mínima parte de la rica biodiversidad de especies que lo componen.
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Aunque llevo muchos años residiendo en Galicia, aquí están mis orígenes, Burgos, la tierra donde nací. Recuerdo grandes momentos de la infancia junto a estos parajes, mis pequeños descubrimientos de fauna en las orillas del río Pedroso y Arlanza. Mi amor por la naturaleza empezaba ya a dar sus primeros pasos.


 Seguramente, mi paisano y admirado Félix Rodríguez de la Fuente, como burgalés y gran amante de las rapaces, también llegara a otear con sus prismáticos estas cárcavas castellanas.




Va esta pequeña entrada como homenaje a Félix.